Tipos de invernaderos y materiales: elige el que más te conviene

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Construir un invernadero en casa, con pequeños cultivos destinados al uso personal o a la crianza de plantas ornamentales cuyo desarrollo es difícil a causa de las condiciones climáticas, podría ser comparable a edificar un paraíso blindado, en el sentido de que éste reúne las condiciones necesarias para evitar que las plantas mueran por falta o exceso de luz y calor, de ventilación y humedad, o sean consumidas por fauna parásita o predadora.

 

La misma cualidad protectora poseen los invernaderos que se construyen con fines comerciales y tienen por objetivo la llamada “siembra exótica”, término que alude a cultivos que no se producirían de manera natural en el ecosistema donde se instala el invernadero. Y es que, esencialmente, estos impresionantes refugios vegetales son micro ecosistemas cuyos materiales de construcción hacen posible generar climas templados en zonas frías y producir temperaturas altas en sitios donde el clima es gélido.

Sin embargo, lograr que estos espacios sean funcionales dependerá de contar con asesoría especializada para que la estructura se adapte a las características del cultivo y, una vez identificadas las condiciones necesarias, trabajar con los materiales indicados para esos efectos.

 

Por ello, si se ha propuesto instalar uno en casa o su proyecto es un vivero industrial, conviene que conozca las características de los principales materiales para invernaderos a fin de que pueda elegir el adecuado según su aplicación:

 

  • Paneles transparentes: requisito indispensable en cualquier tipo de invernadero es que los páneles sean traslúcidos y permitan la entrada de la luz. Pueden estar elaborados en vidrio, plástico o PVC, siendo más recomendable el primero para invernaderos domésticos, en tanto los otros dos, adecuados para invernaderos profesionales
  • Madera: dota a los espacios de calidez, elegancia y belleza, pero solo es aconsejable optar por maderas como el cedro, que resisten casi todos los climas. Funciona bien para entornos domésticos o privados.
  • Hierro: es más duradero, especialmente si es inoxidable. Con él se edifican los llamados “invernaderos eternos”, perfectos para el ámbito industrial.
  • Aluminio: es el más utilizado en invernaderos comerciales; tiene la ventaja de no oxidarse y es de fácil mantenimiento, aunque, por su calidad profesional, también se trata del material más costoso.

 

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