La malla ciclónica es uno de los tipos de cercado más frecuente en exteriores, ya sea para delimitar inmuebles, cercar zonas de resguardo de materiales, como protección ante la intrusión de extraños, entre otros objetivos. Precisamente por la importancia de su uso se requiere de una protección adicional, que prolongue su vida útil por más tiempo, y tal es la función del recubrimiento de PVC.
El policloruro de vinilo, PVC, es un material que se obtiene de la combinación de etileno con cloro, por lo que se encuentra en estado rígido o plastificado, y se puede utilizar de diversas formas gracias a que es flexible, resistente, estable, inerte y puede mezclarse para crear diferentes productos, o reforzarlos.
El PVC es un termoplástico que, al calentarse, se vuelve blando y puede moldearse fácilmente y, al enfriarse, recuperará su solidez sin perder resistencia ni sus nuevas cualidades. Por esta razón, el alambre recubierto con PVC se utiliza para fabricar mallas ciclónicas, brindándoles un acabado uniforme, que evita la oxidación provocada por la lluvia y humedad, por lo que incrementa la seguridad en la malla, su vida útil y resistencia.
Además de lo anterior, el alambre cubierto con PVC es más grueso que el recubierto con zinc, por lo que es más difícil de romper, cualidad que incrementa la seguridad en el inmueble.
La malla ciclónica con recubrimiento en PVC se utiliza con frecuencia en las zonas costeras, donde la humedad y el sol son muy intensos. Por otro lado, este tipo de alambres tienen un acabado brillante o mate, y pueden fabricarse en diferentes colores, por lo que sus cualidades decorativas son mayores.
Por si todo lo anterior fuera poco, es importante destacar que el policloruro de vinilo es un material que no conduce la electricidad ni el calor, por lo que es un aislante natural, químicamente inerte e inofensivo, por lo que las mallas con recubrimiento de PVC pueden usarse en industrias como de alimentos y bebidas, petroquímica, farmacéutica, sanitaria, entre otras donde la seguridad es indispensable. Además, el PVC es resistente al fuego y es autoextinguible, por lo que no se incendia, no propaga la flama y se funde a temperaturas muy elevadas.
Más del 65% de productos fabricados con PVC tienen una vida útil muy larga, que incluso alcanza los cien años, sin oxidarse ni romperse, por lo que es un tipo de recubrimiento rentable para la malla ciclónica, ideal para utilizarse en canchas deportivas, parques recreativos, estaciones eléctricas, instalaciones militares, residencias, aeropuertos, bodegas, almacenes, industrias, escuelas, hoteles, fincas, entre otras aplicaciones.
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